La relación entre la diabetes y las infecciones es compleja y, además, bidireccional.
La relación entre la diabetes y las infecciones es compleja y, además, bidireccional.
Según los datos más recientes del Atlas de la diabetes 2025 de la Federación Internacional de Diabetes (IDF), cerca de dos millones de jóvenes menores de 20 años conviven con la diabetes mellitus tipo 1 (DM1) a nivel mundial, con 200.000 nuevos diagnósticos cada año.
El trastorno del espectro del autismo (TEA) es un trastorno del neurodesarrollo con una prevalencia creciente (1 de cada 100 personas según Autism Europe, uno de cada 36 niños según el Centro de Control de Enfermedades y Prevención Americano) (Center of Disease Control and Prevention, CDC) cuyos primeros síntomas aparecen antes de los tres años de edad.
La diabetes tipo 1 (DT1) es una de las enfermedades crónicas más frecuentes en la infancia.
La diabetes, una de las enfermedades crónicas más comunes en la infancia, está en aumento tanto en su tipo 1 como en el tipo 2, lo que significa que más niños la experimentarán en sus años escolares.
La hipoglucemia es, a día de hoy, una situación inherente a la diabetes tipo 1.
El manejo adecuado de la diabetes tipo 1 (DM1) en niños preescolares (< 6 años) constituye un auténtico reto, tanto para profesionales como para los padres y cuidadores.
Existe una preocupación creciente por el número de adolescentes y jóvenes que padecen diabetes tipo I (DM tipo I) y han desarrollado o desarrollarán a lo largo de su vida una relación compleja con la comida. Es un área relativamente nueva para clínicos e investigadores y hay mucho que aprender de como prevenir, evaluar y tratar los trastornos de alimentación en el contexto de la DM.