La Asociación Americana de Diabetes (ADA) define la diabetes como “una enfermedad crónica compleja, que requiere atención sanitaria continua, siendo necesarias diferentes estrategias, enfocadas en mantener un buen control metabólico”.

La Asociación Americana de Diabetes (ADA) define la diabetes como “una enfermedad crónica compleja, que requiere atención sanitaria continua, siendo necesarias diferentes estrategias, enfocadas en mantener un buen control metabólico”.
La diabetes es una enfermedad caracterizada por una hiperglucemia sostenida, debida a la falta de secreción de insulina, diabetes tipo 1 (DM1), o bien a una acción deficiente de la misma junto a una secreción insuficiente, diabetes tipo 2 (DM2).
La composición de microorganismos que forman parte de nuestro tubo digestivo constituye nuestra microbiota intestinal.
La influencia del ciclo menstrual en el control metabólico de las mujeres con diabetes tipo 1 (DM1), aunque es frecuentemente referido por las pacientes, no es un fenómeno que esté bien estudiado.
La hipoglucemia es, a día de hoy, una situación inherente a la diabetes tipo 1.
El santo grial de la insulinoterapia, para disminuir el riesgo de complicaciones crónicas y de hipoglucemia, sería conseguir insulinas sensibles a la de glucosa, que actuarían en caso de hiperglucemia y cesarían su acción tras alcanzar la normoglucemia, lo que favorecería mantener un mayor tiempo de glucosa en rango.
El envejecimiento se puede definir como un deterioro, biológico, intrínseco, universal, progresivo e irreversible en el cual se producen una serie de cambios en nuestras células y tejidos con el paso del tiempo.
La variabilidad glucémica es uno de los problemas más complejos en el control glucémico de las personas con diabetes tipo 1 (DM1).
El término coloquial –luna de miel– se utiliza para referirse a aquel período de la historia natural de la diabetes tipo 1 en el cual la célula beta productora de insulina se recupera espontáneamente. Se trata de una recuperación parcial pero suficiente para permitirnos limitar la dosis de insulina al mínimo o, en algunos casos –menos aconsejable–, suprimirla.
Cada vez es más común el uso la de la tecnología como parte del tratamiento de la diabetes mellitus (DM). Desde hace unos años, se han incorporado nuevos accesorios o dispositivos que facilitan el manejo de la misma, ya que el control glucémico es primordial en personas con diabetes.