La diabetes Mellitus tipo 1 (DM1) es una enfermedad en la que se ven implicados distintos factores que derivan en su patogenia.

La diabetes Mellitus tipo 1 (DM1) es una enfermedad en la que se ven implicados distintos factores que derivan en su patogenia.
La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) es una de las afecciones de mayor prevalencia en la actualidad y una de las principales causas de morbilidad y mortalidad prematuras en todo el mundo.
En los últimos cien años, la historia de la diabetes tipo 1 (DM1) ha experimentado enormes cambios en su manejo y entendimiento. Hasta el descubrimiento de la insulina por Banting y Best en 1921, y su posterior uso en humanos, la diabetes se trataba de una entidad letal a corto plazo.
Como todos sabemos, el sobrepeso y la obesidad es un problema que va en aumento en la actualidad. A nivel cardiovascular, se asocian con un mayor riesgo de sufrir eventos cardiovasculares, existiendo una relación estrecha con el riesgo de desarrollar enfermedad coronaria, y muy especialmente insuficiencia cardiaca (IC).
En los pacientes con diabetes (DM1 y DM2) se ha descrito un mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular que en la población general. El desarrollo de aterosclerosis en estos pacientes se produce de una forma más rápida y con afectación multifocal, pudiendo predisponer al infarto agudo de miocardio.
Cuando se habla de “riesgo” en patologías como en la hipercolesterolemia o la hipertensión hacemos referencia a la probabilidad de sufrir un problema cardiovascular o de fallecer por una causa de origen cardiovascular en un determinado período de tiempo.
La dislipemia es muy común en las personas con diabetes mellitus tipo 2 (DM2), con una prevalencia que puede alcanzar el 85% de los casos.
De entre todas las complicaciones que pueden presentar las personas con Diabetes Mellitus (DM), las enfermedades cardiovasculares (ECV) (infarto de miocardio, accidentes cerebrovasculares, angina de pecho, insuficiencia cardiaca, mortalidad de causa cardiaca, etc.) ostentan el triste récord de ser la causa de la mayoría de las muertes en las personas con DM.
Se han definido factores clásicos como la edad, el sexo, el tabaquismo, el colesterol total, colesterol LDL, colesterol HDL, la presión arterial (HTA) y la diabetes mellitus (DM). Existen otros factores de riesgo no clásicos (historia familiar, obesidad, distribución de la grasa, nivel de triglicéridos, estrés, nivel socioeconómico y la calidad del sueño) que pueden servir para modular el riesgo individual.
La obesidad representa un importante problema de salud pública con grandes implicaciones en el gasto sanitario, se estima que el 35% de los varones y 40% de las mujeres tienen obesidad en EE UU. Diferentes proyecciones predicen que, en el año 2030, alrededor de un billón de personas serán obesas, es decir, aproximadamente un 20% de la población mundial.
La obesidad está asociada con un mayor riesgo de desarrollar Síndrome Metabólico (SM), Diabetes Mellitus Tipo 2 (DM2), enfermedades cardiovasculares (ECV), entre otras condiciones crónicas, conllevando también una probabilidad aumentada de muertes prematuras e incremento de la mortalidad general.