Datos recientes apuntan a una peor evolución y a un pronóstico más severo de los pacientes con DM que debutan en el contexto del Covid-19 frente a aquellos sin diabetes o con DM preexistente. Ello obliga a un seguimiento exhaustivo durante la hospitalización y a un manejo terapéutico intensivo insulínico para revertir la glucotoxicidad.
