La diabetes es una enfermedad crónica lo que, sumado al aumento de la esperanza de vida en la población general, tiene un impacto en la salud no solo física sino también mental.

La diabetes es una enfermedad crónica lo que, sumado al aumento de la esperanza de vida en la población general, tiene un impacto en la salud no solo física sino también mental.
El seguimiento y la adherencia al tratamiento en enfermedades crónicas como la diabetes tipo 1 (DM1) es especialmente complejo durante la adolescencia, periodo caracterizado por cambios a nivel físico y psicológico que hace a las personas especialmente vulnerables y que coincide con el necesario traslado desde del centro pediátrico al centro de adultos.
El pilar del tratamiento en la diabetes tipo 1 (DM1) es la terapia intensiva con insulina.
Los glucocorticoides son sustancias de naturaleza hormonal que se emplean de forma habitual en medicina para el tratamiento farmacológico de diferentes enfermedades. Derivan del cortisol, hormona que se produce en las glándulas suprarrenales.
Existen múltiples fármacos que pueden provocar prediabetes (preDM), diabetes (DM) o empeorar el control glucémico de pacientes con DM previa. Esto ocurre sobre todo en personas con predisposición genética y con factores ambientales favorecedores concurrentes.
Cada vez es más común el uso la de la tecnología como parte del tratamiento de la diabetes mellitus (DM). Desde hace unos años, se han incorporado nuevos accesorios o dispositivos que facilitan el manejo de la misma, ya que el control glucémico es primordial en personas con diabetes.
Es incuestionable que en las últimas décadas de la evolución de la humanidad estamos asistiendo a una auténtica revolución tecnológica y científica.
A menudo se nos pregunta si el tratamiento con insulina puede causar daño a medio o largo plazo, y nuestra respuesta es siempre la misma: la insulina no provoca ningún daño sobre nuestro organismo.
El control de la obesidad y del sobrepeso debe ser una parte fundamental del tratamiento global de la diabetes, por varios motivos.
Aunque la diabetes tipo 1 es considerada una enfermedad de pacientes delgados o con normopeso, lo cierto es que la experiencia clínica indica que también afecta a pacientes con sobrepeso u obesidad.