Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 800 millones de personas en el mundo viven con diabetes.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 800 millones de personas en el mundo viven con diabetes.
La enfermedad celiaca (EC) es una enfermedad sistémica, inmunomediada, producida por el gluten en individuos genéticamente susceptibles y caracterizada por síntomas clínicos dependientes del gluten, anticuerpos específicos de la enfermedad, la presencia de HLA DQ2 o DQ8 y la presencia de lesión intestinal.
La lipohipertrofía (LH) es una complicación cutánea común en individuos con diabetes que se administran insulina, ya sea mediante inyecciones o mediante infusores subcutáneos continuos de insulina (I.S.C.I.).
La diabetes tipo 1, tradicionalmente considerada como una enfermedad de inicio repentino en niños y adolescentes, es ahora entendida como un proceso autoinmune progresivo que puede desarrollarse de manera silenciosa durante varios años antes de su diagnóstico clínico.
Las personas con discapacidad intelectual (DI) presentan un mayor grado de vulnerabilidad, además de una menor protección frente a diversas situaciones patológicas tales como la diabetes mellitus.
Cuando hablamos de diabetes mellitus, concretamente de diabetes mellitus tipo 2 (DM2), debemos tener presente que se trata de una enfermedad compleja, donde factores genéticos y ambientales interaccionan entre ellos y pueden promover el desarrollo de otra patología: la obesidad.
La migración es un fenómeno en constante crecimiento que refleja las desigualdades sociales, económicas y de salud en distintas regiones del mundo.
La retinopatía diabética (RD) es una microangiopatía retiniana que se desarrolla principalmente como consecuencia de la hiperglucemia crónica asociada o no a hipertensión arterial.
Hay temas que se siguen dejando fuera de la consulta, aunque estén muy presentes en la vida de las pacientes. Uno de ellos es la sexualidad.
La diabetes mellitus es una de las enfermedades con mayor impacto sociosanitario, no sólo por su elevada prevalencia, sino también por las complicaciones crónicas que produce y por su elevada tasa de mortalidad.